Una de las medidas para preservar el medio ambiente es el reciclaje. Y en la decoración esta regla también se aplica. Reutilizar elementos que cumplieron una vida útil y darles otra función es uno de los objetivos de Ananá Estudio, a través de sus versátiles piezas.
María José Acaiturri-Villa y Sofía Fioravanti fusionaron desde hace tres años sus creaciones y sus conocimientos en arquitectura, diseño industrial y de interiores para desarrollar esta línea de muebles y elementos decorativos.
Mesa con madera reciclada, lámpara con botellas de vino, repisas que se convierten en puf o jarrones. Estas son algunas de las creaciones que ambas trabajan de manera artesanal y con materiales que van desde una caja de mouse de computadoras, focos viejos, entre otros elementos.
“Nuestra propuesta consiste en dar una identidad a cada obra que producimos, que finalmente representa muy de cerca la identidad de quien lo adquiere”, señala Acaiturri.
Los colores, contrastes, formas y presentaciones que se dan en la naturaleza son la base en la inspiración de cada diseño, elaborados principalmente para ambientes interiores.
Sus creaciones se dividen, además, en las líneas Ananá Niños, Ananá Verde, Ananá Oficina y Ananá Hogar.
La madera y la pintura son sus herramientas de trabajo elementales, pero la variedad es grande, sostiene. “En los detalles usamos papeles de colores para mosaicos, escarcha, y todo lo que encontremos”.
Acaiturri afirma que “en Ananá Verde trabajamos mucho con empaques que terminaron su vida útil y nosotras los aprovechamos para darles una segunda vida”.
Aunque las formas de sus piezas son modernas, asevera que se puede fusionar con otros estilos y que la ventaja es que sus muebles son fabricados a mano y no por stock como sucede con las empresas grandes.
“No solo aplicamos la creatividad para moldear la estética de nuestros diseños, sino que tratamos de usarla en la construcción de artículos con menos impacto ambiental”, dice.