Los contaminantes microscópicos están en todas partes y no hace falta estar en la calle para que continúen dañándose. Según una investigación de la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU., la contaminación interior es a menudo entre dos y cinco veces más grande que la exterior.
Mejorar la ventilación
La mala ventilación permite que los contaminantes permanezcan en el aire. Para permitir el aire fresco dentro de la casa abra ventanas y puertas al menos dos o tres veces al día. En los casos de alergias o temperaturas extremas, mantenga el interior ventilado con un sistema de aire filtrado. Cuando cocinamos o nos bañamos es bueno encender un ventilador extractor para ayudar a retirar los contaminantes y reducir la humedad.
Llenar la casa con plantas de interior
Algunas especies pueden ayudar a retirar los tóxicos del aire, como la palma de areca, el potus, la aspidistra, el bambú, los helechos. Recuerde que para que actúen como purificadores naturales, es necesario mantenerlas sanas. De lo contrario podrían terminar liberando contaminantes. Elimine los olores "a la manera verde" Cada vez que utiliza fragancias artificiales se liberan los dañinos COV (compuestos orgánicos volátiles), que también surge de algunas pinturas sintéticas. Y los COV pueden tener reacciones en el aire, formando un cóctel potencialmente peligroso. Use en lo posible productos de lavado de ropa libres de fragancias y evite los aerosoles, incluidos los desodorantes y aromatizantes. En la cocina, se recomienda limones partidos en bicarbonato que liberan una fragancia limpia.
Prohíba fumar en el interior
Fumar en sí mismo es un peligro para la salud, y hacerlo en el interior debe evitarse totalmente. La acumulación de humo puede tener un impacto grave en la calidad del aire interior, especialmente en áreas mal ventiladas. La exposición al humo de segunda mano puede provocar un riesgo de sufrir enfermedades graves. Además, los bebés expuestos al humo del tabaco en el hogar tienen un mayor riesgo de sufrir síndrome de muerte súbita.
Retire los alérgenos
Las partículas de polen y los ácaros exacerban el riesgo de enfermedades, especialmente si se sufre asma o alergias. El exceso de humedad estimula la formación de moho en el aire, causando infecciones pulmonares en personas con sistemas inmunes debilitados. Los expertos recomiendan seguir estas medidas simples: lavar con frecuencia la ropa de cama, usar un deshumidificador, limpiar las alfombras con aspiradoras de baja emisión, secar la ropa cerca de una ventana abierta y colocar un tapete en la puerta para prevenir que los contaminantes entren al interior.