Para el feng shui, el dormitorio es el ambiente más importante de la casa.
Forma del cuarto
Preferimos para el dormitorio la forma cuadrada o un rectángulo cercano a un cuadrado, pues es la geometría que corresponde al elemento Tierra y la que aporta mayor estabilidad y equilibrio al Chi.
Ubicación de la cama
La correcta ubicación de la cama es el punto más crucial en un dormitorio. El dormitorio requiere de la energía Yin para un buen descanso: puertas y ventanas son Yang, pues implican movimiento, exposición y luz. Las paredes o tabiques sin ventanas o puertas son Yin, implican estabilidad y quietud. Por lo tanto, la cabecera de la cama debe preferentemente tener detrás de ella una pared o tabique sin ventanas o puertas, asegurándonos así que reciba una energía Yin. Esta pared debe ser idealmente la más alejada de la puerta de entrada.
Puertas
Hay que evitar que la cama quede alineada con alguna puerta. Toda puerta acelera el flujo del Chi y desde el punto de vista del feng shui, una puerta alineada con la cama es similar a tener una manguera de bombero tirando agua sobre el lecho. La energía se torna inestable y perturba el descanso y la intimidad.
Iluminación y ventiladores de techo
Desde el punto de vista del feng shui, lo mejor es que no haya nada colgando sobre la cama a la hora de dormir. Si necesitas un ventilador de techo, elige el modelo de aspecto más liviano y del mismo color del cielo raso; lo mismo vale para artefactos de iluminación.
Vigas
Las vigas tienden a dirigir el Chi hacia abajo (Chi opresivo) afectando decididamente el sueño y el desempeño de la o las personas que duerman debajo. El tamaño de las vigas y la altura a la que se encuentran determinan en qué medida pueden afectar al durmiente. También los techos o cielo rasos que se inclinan sobre la cabecera de la cama generan Chi opresivo, con efectos similares a los de la viga.
Espejos
Una gran superficie espejada que refleje la cama puede generar un efecto inquietante y perturbar el descanso. Trata de minimizar la cantidad de espejos en el cuarto (no más de dos) y que la ubicación de los mismos sea tal que el durmiente no se vea reflejado en ellos mientras descansa.