Trabajar duro no es igual a éxito, si puedes lograr trabajar más inteligentemente; este abismo se encuentra entre las ocupaciones y la productividad. Para trabajar y vivir mejor, ahorra energía para que las actividades laborables sean más eficientes.
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Dejar de trabajar
Si estás todo el tiempo trabajando duro y enfocado, se bloquea el cerebro y lo bloqueas de inspiración y reflexión. El resultado es que gastas energía en la búsqueda de soluciones: sientes agotamiento, frustración.
Para cambiar eso, toma pausas cada cierto tiempo. -
Pasa algún tiempo solo
Es bueno para el cerebro y el espíritu. La gente a menudo encuentran soluciones cuando no se están forzando, y es el poder de la soledad en su forma actual.
– Analizas tus pensamientos.
– Mejoras la memoria.
– Encuentras nuevas perspectivas. -
Detener la búsqueda de la perfección
El aumento de perfeccionismo es igual a la disminución de la productividad.
En los negocios, si usted ha elegido el momento perfecto, quiere decir que está tarde. -
Detener las horas extraordinarias de trabajo
Cuanto más se trabaja, menos productiva se vuelve. Para mantener un alto nivel de productividad, asegurate de dormir y tener suficiente energía para hacer frente a las tareas.
El sueño es esencial para la salud mental, y es su cura para el estrés, la depresión en el trabajo, y la pérdida de productividad. -
Dejar de seguir la corriente
Empezar a medir todo lo que haces: armado con los datos, así sabrás lo que funciona mejor y lo que puede hacer para optimizar su trabajo y la vida. -
Deja de decir "sí"
"La diferencia entre las personas de éxito y la gente muy acertada es que las personas muy exitosas dicen que no a casi todo." – Warren Buffett.
Evitar las actividades que no añaden valor a tu vida. -
Dejar de hacer la misma historia de todos los días
Cuanto más tiempo que pasa en tareas repetitivas diarias, menos productiva se vuelve.