En la primera semana en un nuevo trabajo suelen juntarse la alegría por haber encontrado un empleo o por haber cambiado a uno mejor con las dudas y temores propios de un nuevo entorno que aún no conocemos. Tu jefe y tus compañeros entenderán -al menos, deberían hacerlo porque, lamentablemente, no siempre es así- esa situación, así que debes alejar el miedo de los primeros días y centrarte en tu nuevo trabajo.
Eso sí, para empezar con buen pie, te recomendamos que cumplas estas 10 cosas que debes demostrar en tu primera semana de trabajo.
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Interés
Muchas veces es cierto eso de que la primera impresión es la que cuenta.
Si no demuestras interés por el trabajo en tu primera semana, no sólo será difícil que lo demuestres después, sino que hará que causes una mala impresión a tu jefe y a tus compañeros. Y eso es algo que resulta difícil de cambiar. -
Puntualidad
La puntualidad, entre otras cosas, está asociada con el interés en un trabajo, además de con el respeto a los compañeros. Llegar tarde a trabajar, y más aún los primeros días, puede denotar que no tenemos ni una ni otra cosa. -
Corrección en tu vestuario
La forma de vestir también dice mucho de una persona y ayuda a crear (o no) una buena impresión en los demás. Fíjate en cómo van vestidos los compañeros para no pasarnos por exceso ni, sobre todo, por defecto…. -
Predisposición
Es importante demostrar desde el primer momento que tenemos una buena predisposición en el trabajo. Por ejemplo, pidiendo que nos asignen más tareas cuando hayamos acabado con la que nos han mandado y no esperar a que nos pregunten si hemos terminado. -
Sociabilidad
Aunque los demás puedan –y deban- ayudarte a integrarte en tu nuevo trabajo, esfuérzate por empezar a sociabilizarte con los compañeros desde los primeros días. Así tu adaptación será más fácil. -
Conocimientos
No se trata de que en tu primera semana en un nuevo trabajo demuestres todas tus capacidades profesionales, pero sí de aprovechar las oportunidades que tengas de demostrar los conocimientos que has adquirido con tu formación y, si ya has trabajado anteriormente, con la experiencia de otros trabajos. -
Proactividad
La proactividad es la capacidad de tener iniciativa, de proponer cosas antes de que nos las manden. Es lógico que en los primeros días en un trabajo, cuando acabamos de aterrizar, no tengamos facilidad para ser proactivos pero, si surge la ocasión, debemos intentar demostrar nuestra capacidad para proponer ideas. -
Concentración
Uno de los peores errores que podemos cometer en nuestros inicios en un trabajo -y no sólo al principio- es dar la sensación de que no estamos centrados o que nos distraemos con facilidad. Así que es mejor no estar pendiente del teléfono móvil ni para hablar ni para utilizar WhatsApp más allá de lo estrictamente necesario. Ni, claro está, navegar por internet ni usar las redes sociales para uso personal en horario de trabajo. -
Humildad
Uno de los peores pecados que podemos cometer en nuestra primera semana de trabajo es transmitir a los demás una sensación de soberbia porque después será muy difícil que los demás cambien esa idea que se pueden formar de ti al principio. Tengas el cargo que tengas, no pierdas nunca la humildad porque siempre tendrás cosas que aprender. -
Que no se han equivocado al contratarnos
De estas cosas que debemos demostrar en nuestra primera semana de trabajo, la más importante es dejar claro que no han cometido un error al contratarnos. Para demostrar que no sólo no se han equivocado sino que han acertado de pleno siempre tendremos más tiempo, pero lo que no debemos hacer es provocar dudas nuestro jefe o en nuestros compañeros sobre nuestra capacidad de trabajo o nuestra actitud.