Un clásico convertido en auto eléctrico, si el BMW Isetta no hubiera puesto el logo en el capó uno podría pensar, que estaba fabricado por alguna compañía china. Es cierto que sacaba partido de sus aptitudes para circular por ciudad pero la verdad es que no tuvo la aceptación que se esperaba en el mercado. Ante esta situación, se decidió concluir de la cadena de producción un tiempo antes de lo esperado. Aún así, 136.367 unidades del Isetta rodaron durante un tiempo por todo el mundo bajo la marca germana.
Ahora, una compañía especializada en vehículos eléctricos confía en la simpática imagen del histórico ‘auto-burbuja’ para lograr un número de ventas exitoso. Del diseño original han conservado gran parte de las curvas, modificando completamente las calidades y la motorización que consigue mover un coche que apenas medía 2,2 metros de longitud. ¿Qué puede esperarse de este nuevo concepto del Isetta tradicional?
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Al estilo de lo que presentan otros utilitarios urbanos aparecidos en los últimos meses, las armas de esta remasterización del Isetta están relacionadas con las dimensiones contenidas, el tipo de tecnología empleada y la autonomía. Para todo aquel que pueda disponer de un cargador de corriente cerca del aparcamiento, este coche es la mejor de las soluciones.
Dependiendo del uso, se puede lograr circular hasta un total de 120 kilómetros en cada ciclo de carga. Puede parecer una distancia un tanto corta pero lo cierto es que la mayoría de los trayectos en el ámbito urbano son mucho más cortos.
En cuanto a potencia, este pequeño utilitario, no siendo el más pequeño del mundo, dispone de un motor de 15 kW (20,4 CV), suficientes para alcanzar los 100 km/h. Para hacerte a la idea de los apretados datos técnicos con los que cuenta, posee el mismo caballaje que uno de los scooters del futuro, el Scutum S02, una innovación firmada por una empresa española que está a punto de revolucionar el sector.
Obviamente, está diseñado para circular principalmente por ciudad y salir en contadas ocasiones del medio urbano. Por ello, como su antecesor, tiene unas dimensiones muy contenidas. Posee prácticamente el mismo diseño exterior, perfecto para poder aparcar el coche en unas ciudades cada vez más colapsadas por el aumento del parque móvil. Su característica línea, conocida en el pasado como coche-pompa, huevo o tarro de yogurt, le permite aparcar en huecos donde un utilitario de los de hoy en día no podría entrar.
El ritmo de producción se antoja frenético. Actualmente, van a lanzar una hornada de Microlino de 500 unidades, las cuales ya están todas vendidas. El precio de partida es de unos 8.000 euros pudiendo tener opciones que lo incrementarían hasta los 12.000 euros. Como estarás imaginando, este gracioso utilitario tiene como principal competidor al Renault Twizy, otro de los más pequeños del segmento.
La empresa encargada de la producción del Isetta actual es Micro Mobility Systems.
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