Esté atento al nivel de estos líquidos, alargan la vida útil de su automotor.
Para mantener el carro en buen estado es necesario percatarse del nivel en que se encuentran varios fluidos que ayudan a que sus piezas funcionen correctamente. Por ejemplo, el líquido de frenos, el refrigerante y el aceite son los componentes que requiere el automotor para que el conductor y sus pasajeros viajen con seguridad sin preocuparse de desperfectos técnicos.
Tanto el mecánico como el propietario pueden revisar estos elementos, debido a que la mayoría solo necesita una inspección visual después de abrir el capó. Incluso puede reemplazarlos siempre que tengan el conocimiento adecuado.
“La revisión inicial la puede hacer tranquilamente el conductor. Es más, parte de su responsabilidad es revisar estos niveles por lo menos una vez a la semana. Si no se toma en consideración estas alertas que algunos carros dan cuando estos líquidos no están en su nivel adecuado produce daños mayores dependiendo del tiempo que deja pasar sin ejecutar las medidas necesarias.
Se recomienda observar todos los días el nivel de dichos componentes antes de salir a circular en la mañana. “En especial si el día anterior tuvo un golpe o maniobra brusca que pudo provocar alguna rotura en una manguera o desperfecto en otra pieza”. En el caso de los fines de semana, también es bueno que se dé tiempo para una revisión más exhaustiva.
Recuerde:
Realizar esta actividad solo le toma unos pocos minutos, pero le puede evitar inconvenientes que pongan en riesgo su vida, la de sus ocupantes y la de otras personas que también utilizan su misma ruta. Si no controla constantemente la cantidad adecuada de refrigerante, se eleva la temperatura del motor hasta fundirlo.
Si alguno de estos fluidos no están en su nivel correcto, hay testigos (foquitos) que se prenden en el panel del tablero, como el aceite del motor, el líquido de frenos, la temperatura (viene con luz indicadora o con indicador de pinza) y la batería. Sin embargo, hay otros líquidos que solo se los puede revisar visualmente como el aceite de la caja de cambios (las automáticas tienen un sensor que avisa cuando es necesario cambiarlo), el aceite de la dirección hidráulica y el agua del limpiaparabrisas.
Por la importancia que amerita estar atentos para que estos líquidos ayuden al buen funcionamiento del vehículo, en esta edición le explicamos para qué sirve cada uno y por qué es necesario mantenerlos en el nivel que indica el fabricante del auto.
Limpiaparabrisas
Si bien no tiene la importancia mecánica de los demás, en caso de circular por vías con mucho polvo o lluvia, es necesario para mantener completa visibilidad. Se sugiere que se utilice agua mezclada con detergente, pero no en polvo pues generan grumos y tapa los ductos.
Batería
Las baterías que no son selladas también requieren que se les complete el nivel de agua (acidulada o destilada) para que funcionen correctamente, pero eso lo debe realizar un especialista que tenga las herramientas y conocimientos necesarios.
Aceite de motor
Para medir el nivel de aceite se debe abrir el capó y sacar la bayoneta de aceite en la que está marcado el nivel recomendado para un buen funcionamiento. Si este fluido está por debajo de su nivel, es posible que haya una fuga en el circuito de lubricación.
Si en un caso extremo el carro se queda sin aceite por fuga o porque se partió el cárter, debe apagar el motor inmediatamente para evitar que se dañe.
Luego de los 5.000 km o tres meses el aceite pierde sus propiedades (el aceite mineral, mientras que los sintéticos pueden durar hasta los 15.000 km).
Aceite de la caja
Cuando hay deficiencia de la cantidad de aceite, que se distribuye por toda la caja mediante barboteo, el fluido no llega a las partes más altas. En el caso de las cajas automáticas, sí hay cómo medir el nivel mediante una bayoneta. En la caja mecánica no porque está sellada.
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