La marca Mercedes-Benz está muy activa en esto de ofrecer productos en diferentes segmentos. Esta vez, parece que no quiere dejarle un margen de maniobra cómodo al BMW X4 y se apresta a lanzar su propia propuesta en ese nicho. Se trata del GLC Coupé, una suerte de GLE Coupé pasado por el sauna que la automotriz alemana decidió mostrar por primera vez en el Salón de Shangai (China), que para el público tendrá sus puertas abiertas hasta el 29 de este mes.

Si bien se trata de un concept car, Mercedes-Benz asegura que lo que se ve en las fotos está muy cercano a la versión de producción. Como el GLE Coupé, en este vehículo se intentan confluir las propiedades multifacéticas de un SUV con el atractivo estético de una cupé, más una definición marketinera que lo que en verdad se ve: un espécimen de segmento relativamente nuevo, diferente a los que teníamos en el pasado y que algunas marca deciden denominar crossover.

Pese a todo, este GLE Coupé tiene capacidades off-road, por su tracción integral, pero también por otros indicadores, como enormes ruedas de 21 pulgadas (neumáticos 285/45 R21), gran despeje y protección de las partes bajas del chasis, por ejemplo. Una medidas de 4,73 metros de largo (2,83 m de entre ejes) y sólo 1,60 m de alto le otorgan unas proporciones dignas de ese SUV-cupé antes mencionado, sobre todo al ver de perfil la caída de la luneta, suave y armónica hacia un gran portón trasero. La evidente musculatura de su carrocería le confieren también una imagen de vehículo robusto, mientras que sus cuatro caños de escape cromados colaboran en enfatizar su deportividad.

El GLC Coupé de Shangai está propulsado por un poderoso motor V6 biturbo de 3.0 litros de cilindrada, 367 CV de potencia y 54 kgm de torque. Este impulsor trabaja adosado a una transmisión automática secuencial 9G-TRONIC, de nueve marchas, cantidad que parece demasiada alta pero que quizás sea gran ayuda para el tránsito en el fuera de camino, ante la ausencia de modo de baja. Habría que ver si esa caja es la que terminará en definitiva equipando al modelo de producción y, en todo caso, sus relaciones. La electrónica puede hacer su parte para que el auto se desenvuelva también lejos del asfalto.

Cabe la pregunta de para qué las automotrices siguen poniendo el acento en las capacidades off-road de un vehículo cuando en general sus usuarios lejos están de animarse al fuera de camino. En esa discusión, la tracción integral tampoco tendría mucho sentido. Pero el GLC Coupé de producción, a partir de ahora prometido séptimo SUV de Mercedes-Benz, asegura tener con qué darles el gusto a quienes sí busquen una experiencia más aventurera.

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